La infancia es el mejor momento de la vida para iniciar un tratamiento de ortodoncia, ya que los dientes pueden ser movidos de su posición incorrecta de forma mucho más sencilla y rápida. De esta forma, evitaremos tener que pasar por este proceso en la edad adulta, cuando los huesos ya no son tan maleables y cuando la ortodoncia resulta más compleja y más costosa.
El odontopediatra es el profesional encargado de indicar y llevar a cabo todo el tratamiento. A menos que exista un problema serio, la ortodoncia en niños es recomendable cuando ya se han sustituido todos los dientes de leche por los permanentes.
La ortodoncia infantil según la edad
Ya sea por malformaciones genéticas o por los malos hábitos característicos de la infancia, la amplia mayoría de las personas necesitan llevar ortodoncia en algún momento de su vida. Según el tipo de problema que se presente, el odontopediatra recomendará comenzar con el tratamiento más temprano o más tarde durante la infancia.
Las dos divisiones de edades son las siguientes:
- Ortodoncia antes de los siete años: es la menos común de las dos porque aún no están todos los dientes permanentes en la boca. Por ello es que solo se recomienda cuando existen los siguientes problemas:
- Mordida torcida por asimetría ósea
- Mordida cruzada
- Ortodoncia a los doce años: es la más habitual de las ortodoncias infantiles, ya que a esa edad están presentes los molares definitivos y los incisivos. Los problemas que soluciona esta ortodoncia tradicional son:
- Mala posición dental
- Oclusión de los dientes
¿Cuándo se detectan los problemas dentales que necesitarán ortodoncia?
Si bien está recomendado llevar a los niños al odontopediatra a los siete años, los padres que quieran saber antes de ese momento si sus hijos necesitarán el tratamiento, pueden hacer su primera consulta a los cuatro años de edad del niño. A esta edad es posible determinar si en tres años será necesario aplicar ortodoncia para corregir la salud y la estética bucal del niño.